El desarrollo del lenguaje y la comunicación en los niños es un proceso complejo que varía de un pequeño a otro. Sin embargo, existen ciertos signos que pueden indicar la necesidad de acudir a un logopeda, un profesional especializado en la evaluación, prevención e intervención de trastornos del lenguaje, el habla y la comunicación.
Síntomas que pueden indicar la necesidad de un logopeda
- Retraso en la aparición del lenguaje
- No balbucea o lo hace de manera limitada a los 6-12 meses.
- No dice sus primeras palabras alrededor del año de edad.
- A los 2 años, tiene un vocabulario muy reducido o no combina palabras.
- Dificultades en la pronunciación
- Omite sonidos o los sustituye por otros incorrectos.
- Tiene dificultad para articular ciertos fonemas más allá de la edad esperada (como la “r” o la “s”).
- Su habla es poco comprensible para personas ajenas a su entorno.
- Problemas en la comprensión del lenguaje
- No responde a su nombre o a órdenes simples.
- Le cuesta entender preguntas o indicaciones adecuadas a su edad.
- Presenta dificultades para seguir conversaciones.
- Alteraciones en la fluidez verbal
- Presenta bloqueos, repeticiones o prolongaciones de sonidos y palabras (tartamudez).
- Se esfuerza visiblemente al hablar o muestra tensión en el rostro al intentar comunicarse.
- Dificultades en la comunicación social
- No mantiene contacto visual al hablar.
- No muestra interés en interactuar con otros niños o adultos.
- Tiene problemas para comprender el tono, la intención o las expresiones faciales en la conversación.
- Problemas de voz
- Habla con un tono demasiado alto o demasiado bajo.
- Su voz suena ronca o nasal de manera persistente.
- Se fatiga al hablar o pierde la voz con facilidad.
- Dificultades en la lectoescritura
- Problemas para reconocer letras o palabras.
- Confunde sonidos al leer o escribir.
- Presenta dificultades para construir frases o expresar ideas de forma escrita.
Importancia de la detección temprana
Si se detectan algunos de estos síntomas, es recomendable acudir a un logopeda cuanto antes. La intervención temprana puede mejorar significativamente la capacidad de comunicación del niño y prevenir dificultades futuras en su desarrollo académico y social.
Los padres y educadores tienen un papel clave en la identificación de posibles dificultades del lenguaje. Si hay dudas sobre la evolución del habla o la comunicación del niño, consultar con un especialista permitirá obtener un diagnóstico adecuado y, en caso necesario, iniciar un tratamiento personalizado para potenciar sus habilidades comunicativas.